El día de hoy me topé con este texto del buen Sánchez Arévalo, un texto que afectó mi corazoncito. Me hizo pensar en mi situación sentimental (o más bien mi "no situación sentimental"). No es que me identifique con el texto, sino todo lo contario, o más bien todo lo contario a ambas posturas ... jaja es difícil de explicar, pero el texto me ha gustado y me ha puesto triste, buena combinación!
Fragmento:
"No es una cuestión de miedo al compromiso. Sino todo lo contrario, al exceso de compromiso, a lo mucho que me involucro. A que me entrego tanto, que sólo puedo hacerlo si pienso que va a ser por un breve espacio de tiempo. Claro que luego me pongo, y ya que está todo bien, pues seguimos una semana más, ¿no? Y otra, y otra… Si pensamos que algo va a ser eterno, que siempre va a estar ahí, nunca lo cogeríamos. No lo elegiríamos. Siempre nos tomamos los yogures que están a punto de caducar, o incluso ya caducados. Si hubiera un yogur que nunca caducara, nunca nos lo comeríamos. Seguiría de por vida en la nevera mientras consumimos los otros. A no ser que fuera el único, el último. Y aún así pensaríamos: bueno, mejor lo guardo, no me lo como, por si acaso. Porque nunca se sabe cuando lo vas a necesitar de verdad. A ver quién tiene cojones de consumir algo de tanto valor. Yo no, desde luego. A no ser que me queden cinco minutos de vida y no haya nada (nadie) más alrededor." (Esa última oración inspiró uno de sus cortos).
A mí me pasa igual, pero diferente, ¿o a la inversa? viceversa!! jaja, ay ya basta de ambigüedades!!
Sólo sé que hoy he llegado a la conclusión de que veré el amor como un yogur a punto de caducar, porque si no, se va a quedar toda la vida en mi nevera...
Texto completo: http://www.clubcultura.com/diario/dentro.php?entrada=1465
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