Me acordé de este poema de Cortázar:
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Quizá la más querida
Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.
Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.
Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
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Hoy no llueve,
no hay películas ni flores.
No hay caricias, no hay amores.
1 comment:
Siempre empezó a llover...
Siempre me ha fascinado la lluvia, y desde que la viví en el DF se lleno de nuevos sentidos para mi, sin duda de las cosas que mas extrañare de esta increible ciudad.
Felicidades por tu blog científico, cultural, capitalino :) Saludos!
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