Hoy todo el día he tenido una sensación extraña en mi cuerpo (y la cafeína que corre por mis venas no ayuda). Me he sentido feliz, triste, deprimida, nostálgica, eufórica, cansada, enamorada, enojada, motivada, preocupada, ilusionada, un poco estresada y con ganas de vomitar jaja... sentir tantas cosas al mismo tiempo no es sano y sospeché que algo en mi cerebro no andaba bien.
Sin embargo, siempre es bueno toparse con colegas en los pasillos de la facultad, y entonces uno comprende que no está loco... que en noviembre y en esta fac, sentirse así es una cosa bastante común.
Antes de entrar a mi clase de MOL -4- ví la cara de todos mis amigos y pensé "Dios! estoy de maravilla" ... todos tenemos una cara ojerosa, cansada ( y sin ilusiones ja) y curiosamente, el mareo tampoco era sólo cosa mía... sí sí, las penas compartidas se hacen menos, y yo me sentí mejor.
Sin embargo, la última clase con el profe Víctor Valdés no hizo bien a mi estado extrañezco, y la situación empeoró. Esa clase optativa de Biología Molecular ha sido una de las mejores que he tenido a lo largo de toda mi carrera y siempre es triste recordar que todas las cosas bonitas tienen un final. No me perdí ni una sola clase (a excepción de cuando me fuí a Cuerna) y hubo días en que estuve a punto de hacerlo, y al final siempre decidía quedarme y jamás lo lamenté ... es que eran unas clases... imagínense como fue la última... van a decir que soy una cursi, pero hasta se me hizo un nudo en la garganta jaja q ñoña, pero esas son las cosas que uno se lleva de la licenciatura: aquéllas que te hicieron vibrar (algo parecido me pasó con Alicia Negrón, Lazcano y el buen Faustino, profes de los grandes!!)
y se acabó... ya no más anécdotas chidas de Valdés, ya no divagar con Yara, Arturo, y demás gente antes y después de la clase... y eso aunado a que nomás me queda una clase pa'l próx semestre, pues la nostalgia me invade...
... y lo siento, tengo que irme a mi clase de nahuatl. Este post continuará
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