Nunca hablo de política en este blog, y no es que lo evite, simplemente así se ha dado la situación. Alguna vez pensé en escribir algo antes de las elecciones, pero fue en la época en que estaba muy ocupada y al final de cuentas nunca lo hice.
Ahora no pretendo hacerlo, y quiero aclararlo. Lo que escriba en este post tiene más relación con mi persona y con el sentimiento que tengo al estar lejos de mi país, que con la situación política por la que está pasando México.
Es sólo que todas las noticias que recibo al respecto me tienen muy triste y deprimida. Esto que se está viviendo ahora (sobre todo si no se resuelve que es lo más seguro) va a traer graves repercusiones, que pienso que no se resolverán ni siquiera en unos tres sexenios.
Sé que la afinidad política de mis lectores (al menos de mis amigos) está dividida. Por eso aclaro que no pretendo faltarle al respeto ni a sus creencias ni a su ideología. Creo que finalmente todos los mexicanos lo que queremos es un país mejor en el cual vivir, y ESA ES LA IDEOLOGÍA QUE NOS UNE. Lo que nos divide son simplemente las diferencias en cuanto a quien creemos que es capaz de lograr algo positivo.
Aclaro también que soy de izquierda, pero no perredista, y que creo que en la actitud y en las decisiones de López Obrador han habido muchos errores. Sin embargo, también acepto que entre la propuesta de Calderón y de AMLO, fue la de este último la que tomé como la más viable para lograr eso que mencioné arriba: un avance para el país.
"Independientemente" de lo anterior, también creo que en las elecciones hubo fraude. Hago énfasis en que una cosa es independiente de la otra, el hecho de que haya preferido la propuesta de Andrés Manuel NO está relacionado con el hecho de que crea que sí hubo fraude. Lo anterior lo creo más bien por diversas pruebas que lo demuestran. No me consta, pero opino que así sucedió.
Sin embargo, al saber todo lo que AMLO está haciendo en la ciudad me sentí algo enojada y pensé "ya perdió, por la buena o por la mala, ya perdió, no va a ganar nada si sigue haciendo sus desmanes, y sólo va a empeorar las cosas". Pensé que era injusto pero que 'ya no había nada que hacer' y pues ya 'ni modo', tratar de sacar lo mejor del gobierno de Felipe, y hacer lo que podemos como ciudadanos.
A pesar de estar lejos de mi patria, pienso mucho en lo que está pasando, y creo que justamente por estar lejos, me duele más y hasta me da depresión. A veces me sorprendo con ganas de estar en Coyoacán, en la UNAM o el Zócalo, en México en general, pero después de unos segundos, recuerdo que México no es el de siempre. Seguro que se respira incertidumbre, enojo, tristeza, odio. Y entonces mis sentimientos son contradictorios. Aquí "en ese sentido" las cosas están muy bien, pero me duele saber que mi familia, mis amigos y mi país están pasando por esa crisis. Y así, entre pensamientos y reflexiones, recordé un suceso muy famoso en la historia de México: el fraude del 88.
Si alguno de los lectores no sabe de que estoy hablando, se lo explico brevemente. En 1988 (yo era una tierna bebe de dos años), los dos candidatos presidenciales más importantes de la contienda electoral eran Carlos Salinas de Gortari y Cuauhtémoc Cárdenas (del partido de izquierda). Por primera vez en la historia, el PRI, partido al cual pertenecía Salinas, tenía una fuerte competencia. Se veía una ventaja inicial de Cárdenas, pero el sistema se "cayó" y el ganador final fue Carlos Salinas. Lo anterior fue más que un rumor, y dudo que algún mexicano crea que sólo fue eso. Es bien sabido que sí hubo un fraude y aunque Cárdenas en un principio intentó que la situación fuera analizada, finalmente, nadie lo escuchó y nos quedamos con el queridísimo Salinas en el poder.
Ahora la historia se repite, y es justamente lo que ha dado vueltas en mi cabeza. Yo criticaba la postura de este señor AMLO, pero recordé el caso del 88, en donde "no pasó nada". Cárdenas se quedó callado, tal vez justamente para evitarle problemas al país, ¿pero qué es lo que debe hacerse ante una situación así? ¿Quedarse callados y recibir con un "ni modo" la imposición de un gobierno por el cual no se votó? ¿o luchar (a costa de muchas cosas) para que se respete la decisión de los electores? Aquí cabe también la posibilidad de que no haya habido fraude y de que Calderón se merezca estar en el poder (cosa que yo dudo enormemente), pero para no estar con esa duda eterna, debería entonces hacerse el "voto por voto".
Tristemente ya se decidió que no se va a hacer y que Calderón es definitivamente el próximo presidente de México. Y entonces vuelvo a pensar... ¿es eso lo mejor? ¿aguantarnos? ¿un "ya ni modo"? Un "ya ni modo" dejo a Salinas en el poder hace menos de 20 años, ¿queremos la misma historia? No me refiero a qué tan bueno / malo fue el gobierno de Salinas, sino al hecho de que haya llegado al poder, contrario a la voluntad del pueblo. Y creo que la historia me cambia la perspectiva. En un principio, como ya mencioné, pensé que lo que debería de hacer López Obrador, sería aceptar que Calderón será presidente y dejar de hacer tanto relajo en la ciudad. Ahora pienso diferente, pienso que debe de exigirse el respeto que tenemos como ciudadanos y votantes. No pido que AMLO sea el presidente, pido el ya 1000 veces escuchado (a muchos debe ya caerles gordo): el voto por voto. Sí ya sé, ya dijeron que no lo van a hacer... ¿pero entonces qué? Nos aguantamos y nos quedamos con un "ya ni modo, ya ganó el que no queríamos" o exigimos la verdad. Pensé también que lo que estaba haciendo Obrador no era la "manera", pero ¿qué otra manera puede haber? definitivamente la violencia no es una opción, pero repito, aparte de las manifestaciones (y por supuesto de la violencia) ¿qué otra manera? Me gustaría encontrarla. Sería muy bueno que el gobierno aceptara el voto por voto, pero vamos! eso no va a pasar. Y es obvio que si sí hubo fraude de todos modos después del voto por voto, las cosas se pondrían feas, después de que se descubra la verdad. Desde cualquier perspectiva, las cosas están de la jodida.
No me gusta tener esta actitud pesimista, y los que me conocen lo saben, pero así me siento. Es aún peor estando lejos, con esa incertidumbre. Me gustaría tanto que las cosas se resolvieran, eso es lo que todos queremos ¿que no? Da igual si son de derecha, izquierda, si apoyan a Calderón, a Obrador, o creen que Madrazo era la opción (jaja). El caso es que todos queremos lo mejor, y quería pedirles que si algo bueno podemos obtener de esta crisis, es la unión como mexicanos. Esto que está pasando en México ha traído como consecuencia muchas diferencias entre la gente. Los perredistas odian a los panistas y viceversa. Eso sí está fuera de lugar, ya bastante es lo que está pasando como para que todavía entre nosotros surjan rivalidades estúpidas causadas por la ideología partidista...
En fin, sólo quería compartir lo que pienso y siento, como siempre. Y dado que no tengo nada positivo que aportar, me remito a los dos puntos ya mencionados:
- los invito a reflexionar que es lo que quieren para México, a hacer un balance y ver qué es para ustedes lo mejor que podemos hacer como ciudadanos.
- y sobre todo: de nuevo les digo que no permitan que está situación genere una división en el país, como ya se está empezando a ver, eso definitivamente no va a traer nada positivo. No está a discusión.
Saludos a todos mis compatriotas, los quiero y extraño ;)
2 comments:
Hola Héctor, cómo te ha ido? Te agradezco mucho tu comentario.
Concuerdo contigo, las cosas han cambiado desde 1988 hasta el día de hoy. Afortunadamente se ha luchado, como tú dices, por la democracia del país. El IFE y su autonomía es uno de los logros más evidentes en ese sentido. Mencionas algo muy importante: la tecnología y la metodología de aquella elección son muy diferentes a las que se usaron esta vez. Sin embargo, esto último, a mi parecer, no sólo no garantiza de ninguna manera que las elecciones hayan sido limpias, sino que incluso da paso a otro tipo de problemas que en el 88 no pudieron haber pasado.
Te voy a platicar un poquito de esto. Desde la primera semana de julio y a lo largo de estos meses, diversos científicos han desarrollado trabajos en los que se analizan los resultados electorales, y en todos ellos se ha concluido que la situación fue extremadamente atípica (Desconozco que haya un trabajo cuya conclusión sea contraria). El número de gente que ha trabajado en esto es grande, pero aquí te doy algunos nombres: Luis Mochán Martín Hardy, Víctor Romero, Gerardo Horvilleur, Pedro Antonio Martínez, Icaza-Herrera y Raúl Aguilar Roblero, a quien por cierto tuve la oportunidad de conocer en un congreso. Todos ellos han hecho trabajos estadísticos independientes, cada uno enfocándose en aspectos específicos, y todos han llegado a la misma conclusión. Hay muchos detalles a discutir, pero te mencionaré unos cuantos, por falta de espacio.
En el trabajo de Víctor Romero, por ejemplo, se concluye que la manera en la que se llegó al resultado final es “muy atípico”. Esto podría haber sucedido por accidente o coincidencia (lo cual es altamente improbable) o si no, entonces por interferencia con el sistema de cómputo que se utilizó para el conteo de votos. Como él mismo aclara, no se está culpando al IFE directamente, ya que incluso el IFE pudo haber sido víctima también, sólo se acepta la posibilidad de que haya habido una manipulación – interferencia con los datos.
Ahora, un punto resaltado por Gerardo Horvilleur: la precisión del IFE como instrumento de medición. Brevemente… podemos encontrar tres tipos de errores que presenta el IFE (es algo normal, un instrumento siempre tiene limitaciones, y sobre todo si se toma en cuenta el número de votos que tuvieron que ser contados). Estos tres tipos de errores son “aritméticos, de captura y de falta de uniformidad”. A partir de lo anterior, podemos entonces hablar de mínimo 4 errores por casilla, que si hacemos la multiplicación nos da en total unos 520,000 votos (margen de error). La diferencia de Andrés Manuel con Felipe fue de aproximadamente 244,000, un número mucho menor.
Estamos viendo justamente eso: dado que la diferencia entre ambos fue mínima y dado el error que tiene el IFE como instrumento de medición, así como esa manera “atípica” en la que se expresan los resultados finales, lo más lógico y sensato es hacer el conteo de votos una vez más. Si las votaciones fueron un fenómeno atípico, ok no es imposible pero sí muy improbable, pero entonces que se demuestre una vez más, con un método diferente, en el cual tengamos la certeza de que el proceso se da de forma natural y no dirigida.
Hay muchos otros detalles que nos hacen dudar de la veracidad de las elecciones. Por ejemplo, el hecho de que Calderón se mantenga separado de AMLO (por arriba) siempre de manera uniforme, situación que una vez más es totalmente atípica en un fenómeno social / biológico. Otra conclusión que se obtiene del análisis matemático es el hecho de que parece haber más votos que boletas.
Si quieres ver uno de los trabajos, te recomiendo el de Mochán que es muy completo: http://em.fis.unam.mx/public/mochan/elecciones/ También yo tengo el archivo del de Icaza, por si tú o alguien más lo quiere, se los mando con gusto. Está muy completo pero algo largo y complicado de entender.
Dices que Obrador no va a aceptar otro resultado que no sea aquel que le dé el triunfo. Eso es muy posible y no discuto la personalidad de este hombre. Me remito a exigir las transparencias de las elecciones, que científicamente están muy en duda, y reitero que para mí la solución es el conteo de los votos (uno por uno). No creo que el costo de este proceso sea mayor que el costo de la incertidumbre respecto a un proceso tan importante en la democracia como lo es elegir a un gobernante.
La imagen del país en el exterior se verá mucho más afectada por unas elecciones fraudulentas que por lo que tu llamas “la toma de la ciudad”. Sin embargo concuerdo que dentro de lo que se está haciendo ha habido cabida para la violencia y eso tampoco debe ser tolerado.
Una vez más te agradezco tu comentario Héctor, voy a ir a Sydney en el spring break, a ver si te veo. Cuídate mucho.
Dos cosas:
- Olvidé mencionar que Pedro Martínez ha trabajado anteriormente en el IFE.
- No exijo las transparencias jajaja, sino "la transparencia".
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