Desde que estaba en cartelera, quise ver esta película. Me gustan mucho las cintas que narran hechos reales y las críticas la señalaban siempre como una buena opción, incluso fue premiada en diversos festivales de cine.
En este caso, se tocó el tema de ese conflicto vivido en Rwanda recientemente entre hutus y tutsis. Es curioso pensar en las diferencias que había entre ambos, ya que eran prácticamente nulas. De hecho, en el filme se menciona que los que habían marcado esta división fueron los belgas en otra época, y que lo hicieron sólo basándose en rasgos físicos, vaya tontería!!
En fin, nada que tenga que ver con guerra es bienvenido, eso ya lo sabemos. Sin embargo, esta cinta también nos habla de esa indiferencia que caracteriza a los pueblos que no estamos involucrados directamente con ese sufrimiento. Regularmente esos hechos nos parecen terribles, pero pocas veces participamos activamente. Lo anterior a veces se justifica, ya que hacerlo no es tan fácil, pero en otros casos no es así.
Lo que me corresponde ahora es invitarlos a la reflexión a través de esta película, véanla para ello o simplemente para pasar una bonita tarde de invierno.
