Hace poco más de un mes, por andar de chismosa investigando a los que participaron en la última edición de Caza de Letras, me topé con el blog de Ana (Mórtido), el cual recomiendo ampliamente. Gracias a ello puse mi granito de arena para la creación de un cadáver exquisito (idea de la propia Ana). El resultado fue muy bueno y pueden leerlo en Los hábitantes de Moria, en donde ha sido publicado.
=)
Thursday, January 21, 2010
Thursday, January 14, 2010
Discriminando discriminaciones (escrito por Miguel Velasco Lazcano)
Tomo prestada una nota que leí en Facebook escrita por Miguel Velasco Lazcano. Ojalá se tomen el tiempo para leerla:
Discriminando discriminaciones (o, Donde el ciego opina, el tuerto defiende su intolerancia)
Seguramente conocen ya lo sucedido en días pasados con el “conductor” de la televisión mexicana, Esteban Arce, quien discriminó en su "noticiario" a las personas con preferencia homosexual, causando con ello un gran revuelo en los medios de comunicación, así como en los millones de sujetos que sólo se involucran cuando en medio hay una gran pachanga bullante.
No sé qué esperaban de un tipo como Arce, quien públicamente y a cuadro agradeció a Carlos Monsiváis una fina ofensa allá por los noventa, y más aún, no sé si esperaban algo pues el señor es un exiliado de la televisión que pasó por Miami donde como siempre no brilló ni alcanzó pena ni gloria; ésta última hoy obtenida gracias a millones de inocentes ignorantes que al igual que lo hicieron con Juanito y con cada uno de esos personajes y sucesos entre particulares que los medios de comunicación construyen y amplifican para que las personas no informadas vean, compren o escuchen sus noticiarios, y ahora se manifiesten en contra de algo que antes nuca fue su prioridad.
Pero está bien, si vamos a entrar al debate de la discriminación hagámoslo entonces de lleno; con la verdad de los hechos y no con la verdad de la televisión. Dejémonos de hacer ciegos y pongamos el dedo en la honda e histórica yaga.
Hablemos de males coloniales de las Doñas y los Don que nos ayudan a mantener limpia la casa y la oficina, de quienes nos asisten manejando el coche y son: Don X. Hablemos de los que se estacionan en las esquinas con rampas para discapacitados; de los niños diciendo a otros niños que serán adultos cerdos, gorda o marrano; de los que desclasifican como amigos o compañeros de trabajo a los que dicen palabras con S al final o porque son chilangos en Mérida o prietos en Acapulco o sudamericanos en la Condesa. Hablemos de colegios de donde son expulsados niñ@s con hiperactividad causada por la ansiedad de vivir en una sociedad sin seguridad ni protección. Hablemos del lugar que tienen en la agenda nacional los niños de la calle. Hablemos entonces también de los que no dejan entrar a personas a antros, a ciertas escuelas o a ciertos clubes. Hablemos de gente de derecha descalificando a la de izquierda sin más debate que ése y viceversa. Hablemos de los que juzgan el aborto; de los que piensan que los luchadores sociales son estériles. Hablemos de los instructores de gimnasio que no pelan a los muchachitos noveles por encimarse a las muchachas fértiles. Hablemos de intelectuales soberbios con pensamientos retóricos; de los que acaban polares con los pejistas o calderonistas; hablemos de taxistas que no viajan a ciertas colonias; de los religiosos dogmáticos, de los adolescentes que están o se tachan de in u out y de personas que jamás irían a comer a un lugar del barrio donde viven los tíos jodidos, por ejemplo.
Lamentablemente querer enarbolarse de la bandera de los derechos comunes y libres me suena hipócrita en una sociedad donde los niños no pueden ser músicos, actores, poetas o cineastas sin antes haber sido juzgados en su juventud por alguien de su familia como locos condenados a la pobreza, el exceso y el devenir, o digamos como es la ignorante perversión de los padres que dan Ritalin al hijo que ama el cielo y las matemáticas porque ellos no entienden la física, la química o la biología con pasión ni quieren.
Discriminar es una podredumbre de nuestra sociedad y podría apuntar del mundo, porque hoy lo dicho por Descartes -sin el contexto-, está muy lejos de lo cierto y profundo: “Pienso, luego existo”. Sin ser globalifóbico confeso aún (porque no los discrimino), el mundo ahora existe por el: “Como me ves, te veo”… Pero ¿Qué vemos? Porque yo miro un mundo de personas que se salen a medio film de Crash de David Lynch, o del film Craying Games o de Luna Amarga para no enfrentarse a sus temores, muchas veces éstos de hermosas realidades reprimidas. Gente que ama la buena voluntad estéril de autores de superación personal como los desahuciados necesitan los placebos para no creerse condenados y así, condenar lo cierto humano: "Yo me salvo y soy bueno".
Así qué, ¿De verdad la sociedad mexicana quiere erradicar la discriminación o sólo quieren subirse a la cresta de una ola extrapolada por los medios de comunicación? Pensemos profundamente en ello, porque de ello depende que en ciudades y pueblos deje de imponerse el de arriba al de abajo arbitrariamente, que los burócratas se dejen de titular con el: "¿Qué pasó mi Lic? ¿Quíubole Inge?" Cuando en realidad no tienen ni la educación elemental ni el criterio pero sí el poder y la iniciativa para dejar esperando personas, postergando resultados y usurpando esperanzas.
El debate de las preferencias de cualquier tipo es estéril; las preferencias son libres como libre es cualquier persona como Arce de opinar, así que no pongamos leña a una hoguera para quemar vivo a un muerto desde hace mucho, cuando descubrió a sus cuarenta y siete años que ni es gracioso ni la inteligencia que cree haber recibido aguda y divina le sirvió para nada más que un programa de baja audiencia en T.V. local y de cable (cosa que no critico y es su muy particular asunto). Lo que deberíamos hacer como mexicanos y humanos es revisar ante quién nos quitamos el sombrero, si ése gesto es necesario y ante quién seguimos sumisos; revisar el trato que le damos a personas esenciales de nuestra cotidianidad y otorgarles el mismo lugar y derechos que a tod@s en la sociedad regulada, porque ¿De qué sirve la agenda nacional de la televisión cuando todo se acaba en el momento que ellos lo dicen con un nuevo estéril debate de cortinas de humo? Millones de mexicanos que no tienen acceso a estos medios se están muriendo de hambre, de enfermedades curables, de desempleo... cruzando la frontera en busca de la subsistencia que el gobierno no les otorgó con educación y trabajo, y sobre todo de olvido; millones de mexicanos discriminados por nuestra ignorancia de pequeños universos particulares.
Cambiemos, no seamos hipócritas, no seamos borregos ni seamos tan ciegos para ver que el mundo como es, existe, que el amor como es, existe hermoso y diverso como sea que se dé, y que nuestra ceguera como es, es curable cuando se mira al cielo para tirarle a lo alto y no a juzgar el deseo y derecho inalienable de otr@s valios@s, valientes y muchas veces señalad@s por puro y absurdo prejuicio sin razón.
Todo lo demás es miedo, temor a ser libre, incertidumbre a romper el paradigma que no existe salvo en la moral de su casa y su iglesia y que otorga una protección estructural falsa, porque la vida es tan justa que deja espacio a lo opcional, esto tan real como nuestra absurda soberbia a creer que lo aprendido es todo en la lección, y no es así, si no todas las uvas se harían fruta, y muchas, gracias a la vid, se hacen vino.
¡Qué opinen los ciegos y los "sabios", que para todos los demás está el libre albedrío! Y quien diga lo contrario, que Dios lo perdone de su ignorancia aprendida de eterna ceguera...
Un abrazo.
Miguel.
PD. ¿Qué es la puta moral? Mejor aconséjense del sabio respeto! Tolerancia por favor.
Discriminando discriminaciones (o, Donde el ciego opina, el tuerto defiende su intolerancia)
Seguramente conocen ya lo sucedido en días pasados con el “conductor” de la televisión mexicana, Esteban Arce, quien discriminó en su "noticiario" a las personas con preferencia homosexual, causando con ello un gran revuelo en los medios de comunicación, así como en los millones de sujetos que sólo se involucran cuando en medio hay una gran pachanga bullante.
No sé qué esperaban de un tipo como Arce, quien públicamente y a cuadro agradeció a Carlos Monsiváis una fina ofensa allá por los noventa, y más aún, no sé si esperaban algo pues el señor es un exiliado de la televisión que pasó por Miami donde como siempre no brilló ni alcanzó pena ni gloria; ésta última hoy obtenida gracias a millones de inocentes ignorantes que al igual que lo hicieron con Juanito y con cada uno de esos personajes y sucesos entre particulares que los medios de comunicación construyen y amplifican para que las personas no informadas vean, compren o escuchen sus noticiarios, y ahora se manifiesten en contra de algo que antes nuca fue su prioridad.
Pero está bien, si vamos a entrar al debate de la discriminación hagámoslo entonces de lleno; con la verdad de los hechos y no con la verdad de la televisión. Dejémonos de hacer ciegos y pongamos el dedo en la honda e histórica yaga.
Hablemos de males coloniales de las Doñas y los Don que nos ayudan a mantener limpia la casa y la oficina, de quienes nos asisten manejando el coche y son: Don X. Hablemos de los que se estacionan en las esquinas con rampas para discapacitados; de los niños diciendo a otros niños que serán adultos cerdos, gorda o marrano; de los que desclasifican como amigos o compañeros de trabajo a los que dicen palabras con S al final o porque son chilangos en Mérida o prietos en Acapulco o sudamericanos en la Condesa. Hablemos de colegios de donde son expulsados niñ@s con hiperactividad causada por la ansiedad de vivir en una sociedad sin seguridad ni protección. Hablemos del lugar que tienen en la agenda nacional los niños de la calle. Hablemos entonces también de los que no dejan entrar a personas a antros, a ciertas escuelas o a ciertos clubes. Hablemos de gente de derecha descalificando a la de izquierda sin más debate que ése y viceversa. Hablemos de los que juzgan el aborto; de los que piensan que los luchadores sociales son estériles. Hablemos de los instructores de gimnasio que no pelan a los muchachitos noveles por encimarse a las muchachas fértiles. Hablemos de intelectuales soberbios con pensamientos retóricos; de los que acaban polares con los pejistas o calderonistas; hablemos de taxistas que no viajan a ciertas colonias; de los religiosos dogmáticos, de los adolescentes que están o se tachan de in u out y de personas que jamás irían a comer a un lugar del barrio donde viven los tíos jodidos, por ejemplo.
Lamentablemente querer enarbolarse de la bandera de los derechos comunes y libres me suena hipócrita en una sociedad donde los niños no pueden ser músicos, actores, poetas o cineastas sin antes haber sido juzgados en su juventud por alguien de su familia como locos condenados a la pobreza, el exceso y el devenir, o digamos como es la ignorante perversión de los padres que dan Ritalin al hijo que ama el cielo y las matemáticas porque ellos no entienden la física, la química o la biología con pasión ni quieren.
Discriminar es una podredumbre de nuestra sociedad y podría apuntar del mundo, porque hoy lo dicho por Descartes -sin el contexto-, está muy lejos de lo cierto y profundo: “Pienso, luego existo”. Sin ser globalifóbico confeso aún (porque no los discrimino), el mundo ahora existe por el: “Como me ves, te veo”… Pero ¿Qué vemos? Porque yo miro un mundo de personas que se salen a medio film de Crash de David Lynch, o del film Craying Games o de Luna Amarga para no enfrentarse a sus temores, muchas veces éstos de hermosas realidades reprimidas. Gente que ama la buena voluntad estéril de autores de superación personal como los desahuciados necesitan los placebos para no creerse condenados y así, condenar lo cierto humano: "Yo me salvo y soy bueno".
Así qué, ¿De verdad la sociedad mexicana quiere erradicar la discriminación o sólo quieren subirse a la cresta de una ola extrapolada por los medios de comunicación? Pensemos profundamente en ello, porque de ello depende que en ciudades y pueblos deje de imponerse el de arriba al de abajo arbitrariamente, que los burócratas se dejen de titular con el: "¿Qué pasó mi Lic? ¿Quíubole Inge?" Cuando en realidad no tienen ni la educación elemental ni el criterio pero sí el poder y la iniciativa para dejar esperando personas, postergando resultados y usurpando esperanzas.
El debate de las preferencias de cualquier tipo es estéril; las preferencias son libres como libre es cualquier persona como Arce de opinar, así que no pongamos leña a una hoguera para quemar vivo a un muerto desde hace mucho, cuando descubrió a sus cuarenta y siete años que ni es gracioso ni la inteligencia que cree haber recibido aguda y divina le sirvió para nada más que un programa de baja audiencia en T.V. local y de cable (cosa que no critico y es su muy particular asunto). Lo que deberíamos hacer como mexicanos y humanos es revisar ante quién nos quitamos el sombrero, si ése gesto es necesario y ante quién seguimos sumisos; revisar el trato que le damos a personas esenciales de nuestra cotidianidad y otorgarles el mismo lugar y derechos que a tod@s en la sociedad regulada, porque ¿De qué sirve la agenda nacional de la televisión cuando todo se acaba en el momento que ellos lo dicen con un nuevo estéril debate de cortinas de humo? Millones de mexicanos que no tienen acceso a estos medios se están muriendo de hambre, de enfermedades curables, de desempleo... cruzando la frontera en busca de la subsistencia que el gobierno no les otorgó con educación y trabajo, y sobre todo de olvido; millones de mexicanos discriminados por nuestra ignorancia de pequeños universos particulares.
Cambiemos, no seamos hipócritas, no seamos borregos ni seamos tan ciegos para ver que el mundo como es, existe, que el amor como es, existe hermoso y diverso como sea que se dé, y que nuestra ceguera como es, es curable cuando se mira al cielo para tirarle a lo alto y no a juzgar el deseo y derecho inalienable de otr@s valios@s, valientes y muchas veces señalad@s por puro y absurdo prejuicio sin razón.
Todo lo demás es miedo, temor a ser libre, incertidumbre a romper el paradigma que no existe salvo en la moral de su casa y su iglesia y que otorga una protección estructural falsa, porque la vida es tan justa que deja espacio a lo opcional, esto tan real como nuestra absurda soberbia a creer que lo aprendido es todo en la lección, y no es así, si no todas las uvas se harían fruta, y muchas, gracias a la vid, se hacen vino.
¡Qué opinen los ciegos y los "sabios", que para todos los demás está el libre albedrío! Y quien diga lo contrario, que Dios lo perdone de su ignorancia aprendida de eterna ceguera...
Un abrazo.
Miguel.
PD. ¿Qué es la puta moral? Mejor aconséjense del sabio respeto! Tolerancia por favor.
Wednesday, January 06, 2010
Estoy muy emocionadaaaa!!!
Vean esto:
http://www.nature.com/nature/videoarchive/tetrapods/index.html
Amazing!!! I promise to read the paper during the weekend!!
AAAAAAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhh
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Tuesday, January 05, 2010
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